martes, 2 de noviembre de 2010

El Repudio desde la Asamblea.

EL crimen contra el militante Mariano Ferreyra, es una violación a todas las libertades y derechos que tenemos los individuos. No podemos permitir que estos hechos se sucedan, por eso pedimos que se castigue a los culpables, materiales e intelectuales.

Damos nuestra solidaridad a su familia y a todos los luchadores sociales que ponen su cuerpo en defensa de las causas más justas y urgentes.

Desde nuestro humilde espacio, siempre denunciamos a José Pedraza de traicionar a sus representados y a todo el pueblo argentino al pactar con Menem el desguace ferroviario, dejando miles de trabajadores ferroviarios en la calle. Así que los hechos acontecidos no nos llaman la atención, pero…

¿Como entender semejante saña por parte de la burocracia sindical?

Ugofe y los sindicatos ferroviarios (todos ellos, no sólo la Unión Ferroviaria) llegaron a recurrir a patotas contra los trabajadores. Defienden el extraordinario negociado de las contrataciones y son cómplices en la explotación de los bajos salarios y la precariedad laboral. En total, unos 1.500 trabajadores prestan servicios en el ferrocarril Roca en esas condiciones. Son entre veinte y veinticinco las empresas que proveen personal no reconocido por las compañías ferroviarias, aunque cumplen las mismas funciones que los trabajadores de planta.

Los sindicatos ferroviarios fueron agentes de contratación de trabajadores. Muchas de esas empresas negreras son propiedad de burócratas sindicales.

Se trata, como bien dicen los trabajadores, de un enorme negociado: buena parte de la diferencia entre los 4.700 pesos que gana un obrero de planta y los 2.500 que cobra un tercerizado va a parar a la bolsa de la burocracia, sea porque los sindicalistas son dueños de esas empresas, sea por el cobro de "comisiones".

Ahora las cosas empiezan a cambiar, porque las empresas y la burocracia prevén que se terminará en breve la fiesta de los subsidios estatales. Por eso han cortado abruptamente la incorporación de trabajadores y, paralelamente, desarrollan una política expulsiva de los ya contratados. Despidos, suspensiones, aprietes, empeoramiento constante de las condiciones de trabajo son moneda corriente desde hace mucho. El conflicto deja formulado el problema de fondo: el pase a planta permanente de todos los contratados por los negreros.

¿Y la responsabilidad del estado y el gobierno?

Si bien, nunca sabremos a ciencia cierta de donde se emiten las ordenes de matar a quienes pelean por cambiar lo que a muchos les da de comer, si puede ser una maniobra de desestabilización por viejos caudillos conocidos (que ya tienen sus propios muertos), existe una realidad.

El estado es responsable de tener el monopolio de las fuerzas de represión (la policía, el ejército, la gendarmería) y el supuesto garante de proteger a sus ciudadanos. En este caso, la omisión por parte de la policía es una responsabilidad del estado y sus funcionarios, el gobierno.

Primero se reprime con balas de goma a los trabajadores tercerizados arriba de las vías, y luego se deja la zona liberada, en un cambio de guardia, para que la patota actué impunemente. ¿Estamos a caso ante la tercerización de la represión de un gobierno que al llamarse Nacional y Popular no puede cargar con el costo político de reprimir al movimiento obrero que dice encarnar? ¿Será que se deja en manos de la patota de la burocracia sindical lo que antes hacía la policía?

Sea esto así o no, lo cierto es que este gobierno se sustenta en el poder que le dan los sindicatos y los intendentes del conurbano, ambos podridos hasta la raíz.

Por eso no es de extrañar que la misma mañana del crimen, el secretario de transporte Schiavi estuviera reunido con José Pedraza. Que Cristina necesite ir a river a saludar a Hugo Moyano, y que la promesa de la reactivación ferroviaria sea un espejismo peor que el del tren bala.

Si el 40% de los trabajadores no estuvieran en negro, si las leyes de flexibilización laboral se hubieran derogado, si no existiera tercerización, no hubiera existido la protesta en el Roca y hoy no lamentaríamos una muerte tan joven…

¿Muchas críticas y la solución?

La vuelta del tren, que desde nuestro humilde lugar pregonamos, no va suceder mientras sigan enquistados estos parásitos en los sindicatos. Por eso exhortamos a la organización independiente de los trabajadores, a que de una vez y por todas se pueda desplazar a la lista verde dentro de la Unión Ferroviaria.

Que la sociedad exprese su enérgico repudio ante estos atropellos, que se genere tal manifestación para que en cada uno de nosotros la conciencia nos diga, NUNCA MÁS..

Que los trabajadores ferroviarios y toda la sociedad apoyemos la vuelta del tren, un tren nacional administrado por los trabajadores y usuarios. Basta de subsidios y corrupción, para que la industria ferroviaria sea una de las aristas de un basto proyecto de reindustrialización del país, que permita llevar un pan a casa mesa de los argentinos.

Mariano tu lucha, ya es nuestra. Hasta la victoria siempre, compañero.

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