Por Luis Verdina para radio E99
Y no podía ser de otra manera, el surgimiento tenía que salir desde la base, y precisamente del ejercicio de la militancia de una sencilla asamblea denominada “de la estación”, un grupo de jóvenes haciendo sus primeras armas en la política, hacen su debut oficial ante la sociedad propinándole la primera “mojada de oreja” a dirigencia política local y con un claro mensaje a nuestra sociedad, EXIGIENDO que se cumpla lo que el Estado municipal tiene la obligación de cumplir. Continúa
Atrás quedaron las jornadas de cine debate y los festivales de rock, las mateadas de los sábados; hoy estos jóvenes elevaron su voz ante el pueblo, se hicieron sentir, con firmeza, con ideología, con convicción, pero por sobre todo con argumentos sólidos y dignidad, que se ganaron después de cargar sobre sus hombros la titánica tarea de reinsertar culturalmente la necesidad de recuperar un servicio esencial como el ferrocarril, que fue “entregado” por la corrupta generación política de los 90, incluido nuestro Estado municipal que condonó los impuestos a una empresa que gana millones .
El mensaje fue “no confrontativo”, como ellos se encargaron de aclarar, fue igualmente tan directo y contundente por donde se lo mire, que a pesar de esa aclaración fue un discurso que actuó como daga filosa cortando la yugular del sistema que los viene ninguneando desde que se formaron. A veces no hace falta utilizar agravios o epítetos hirientes, únicamente con un lenguaje sencillo y con solidez ideológica digna de su formación y militancia dejan en ridículo a la vieja política contaminada con promesas y versos donde la juventud que ellos precisan tiene un papel secundario que solo utilizan en actos o para la campaña.
Estos jóvenes están marcando el camino, están hartos de las promesas, quieren ser sujetos políticos, son pensantes, críticos y van por mas, tienen muy en claro donde se ubica “el enemigo” y salen a darle lucha en su propio terreno con ese desparpajo maravilloso que solo tienen los jóvenes idealistas como salidos del Mayo Francés o la generación de jóvenes militantes argentinos de los 70 . Ahí estaban Marquitos, Facundo y el resto de los “chicos” dejando al descubierto la hipocresía política y social, sacando las caretas y dejando en evidencia el desinterés que tienen las generaciones de mayores para con los jóvenes, destinatarios y embudo de las frustraciones de éstos y muchas veces vapuleados por algunos que quieren lavar sus culpas estigmatizándolos como drogones, borrachos, haraganes o ignorantes. Dejamos para el análisis de los que quieran hacerlo evaluar si había poca o mucha gente, si fue fulano o mengano, por qué no fue el intendente, en fin, piensen lo que quieran, yo me quedo con el hecho político, me quedo con la frescura de estos chicos atrevidos e insolentes que debajo de la oficina del patrón le dieron una feroz bofetada a toda la dirigencia política local, ausente sin aviso casi en su totalidad.
“...Aquí está una de las tareas de la juventud: empujar, dirigir con el ejemplo, la producción del hombre de mañana. Y en esta producción, en esta dirección, está comprometida la producción de sí mismos...” (Ernesto Che Guevara, Mayo de 1964).
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